Procedimiento contencioso-administrativo

El procedimiento contencioso-administrativo es un procedimiento que permite a los ciudadanos impugnar los actos y disposiciones de las administraciones públicas. En este artículo explicaremos en qué consiste este procedimiento, cuándo se puede utilizar y cuáles son los pasos a seguir.

¿Qué es el procedimiento contencioso-administrativo?

El procedimiento contencioso-administrativo es aquel que permite a los ciudadanos impugnar los actos y disposiciones de las administraciones públicas, ya sea porque consideran que son ilegales o porque les producen un perjuicio. El objetivo de este procedimiento es garantizar la tutela judicial efectiva de los ciudadanos frente a las decisiones de la administración.

¿Cuándo se puede utilizar el procedimiento contencioso-administrativo?

El procedimiento contencioso-administrativo puede ser utilizado en las siguientes situaciones:

1. Cuando se impugnan actos administrativos: Son aquellos actos dictados por las administraciones públicas que afectan a los ciudadanos de forma individual. Por ejemplo, una resolución que deniega una licencia de apertura de un negocio.

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2. Cuando se impugnan disposiciones administrativas: Son aquellas normas de carácter general dictadas por las administraciones públicas que afectan a un colectivo de ciudadanos. Por ejemplo, una ordenanza municipal que regula el uso de la vía pública.

3. Cuando se impugna la actuación administrativa por inactividad: Es decir, cuando la administración no actúa y el ciudadano considera que esto le produce un perjuicio. Por ejemplo, cuando una administración no resuelve una petición que se le ha hecho en un plazo determinado.

¿Cuáles son los pasos a seguir en el procedimiento contencioso-administrativo?

El procedimiento contencioso-administrativo consta de varios pasos, que son los siguientes:

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1. Demanda: El ciudadano que quiere impugnar el acto o disposición de la administración debe presentar una demanda ante el juzgado contencioso-administrativo correspondiente. En la demanda se deben exponer los hechos y fundamentos de derecho en que se basa la impugnación.

2. Admisión de la demanda: El juzgado correspondiente admitirá a trámite la demanda si cumple con los requisitos formales.

3. Recibimiento a prueba: El juzgado dará traslado de la demanda a la administración demandada, que tendrá un plazo para contestarla y ofrecer las pruebas que considere pertinentes. A continuación, el juzgado dará traslado al demandante de la contestación y de las pruebas ofrecidas.

4. Vista: En la vista se practicarán las pruebas admitidas y las partes presentarán sus argumentos. El juzgado dictará sentencia en un plazo determinado.

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5. Recursos: Contra la sentencia del juzgado cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial y, en algunos casos, recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

En resumen, el procedimiento contencioso-administrativo es aquel que permite a los ciudadanos impugnar los actos y disposiciones de las administraciones públicas. Para ello, deben cumplirse una serie de requisitos formales y seguirse una serie de pasos establecidos. En caso de que se obtenga una sentencia favorable, se podrá exigir a la administración el cumplimiento de lo dispuesto.




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